Volvía la noche más oscura a Industrial Copera, lo hacía de la mano de Valkirias Djs, Le Coné y como maestros de ceremonia el comando de Pole Group formado por Reeko y Tripeo.

Un repentino chubasco hizo que nos retrasáramos más de lo deseable para entrar en la sala, lo hacíamos cuando Le Coné surtía los últimos compases de su warm up, acto seguido el holandés Darko Esser cogía los mandos con su aka más oscuro y que tan en boca está ahora mismo, Tripeo.
Cierto es que la sala no tenía la afluencia de público a la que nos tiene acostumbrados, diversos motivos se nos pasan por la cabeza, como una climatología que no acompañaba, una agenda electrónica que no da respiro o que el estilo de la noche, seamos sinceros, no era fácil de digerir para el público general. Pero esto no mancharía lo que sería una noche de cuchillos, el ambiento creado por los asistentes fue sencillamente mágico, noches que hacen techno y que a nosotros nos vuelven locos.

Lo retomamos por donde lo habíamos dejado, Tripeo a los mandos, al principio no conseguía conectar con el público, sin embargo fue cuestión de tiempo, poco a poco se los fue metiendo en el bolsillo hasta llegar al punto en el que hacía con ellos lo que le pareciera. Una sesión en la que se centró sobre todo en la línea de bajos, muy física, repartiendo «zapatilla» y que fue a más conforme avanzaba la sesión.
Nos quedamos con la sensación de que Tripeo tenía mucho más que decirnos pero, su set llegó a su fin, esto tiene varias lecturas y yo me quedo con la de contar los días para volverlo a ver y retomar esa conversación sin verbo que teníamos público y él.

tripeooo
Tuvimos la oportunidad de intercambiar algunas impresiones tras su set, se notaba que Darko lo había dado todo, algo exhausto y con la camiseta empapada nos decía que la energía del público granadino era especial, que la sala en general le parecía especial… Yo saco mi propia conclusión y con ella me quedo tranquilo, estoy seguro de que Tripeo volverá la temporada que viene.
5 de la mañana y Reeko a los platos. Juan lo hace fácil, pero a la vez difícil, te lleva y te trae, te sube y te baja, te machaca primero y luego te manda a otra dimensión. Sin alejarse de la contundencia de Tripeo, Reeko quiso llevar su discurso por otra parte, por una parte más alienada (que no alienígena ¿o si?), algo más visceral, de dentro hacia fuera, pronto estaríamos conectados hacia un viaje, no sabemos donde, pero allá que íbamos. No nos importaba.

reekooo
Un inconfundible sonido Pole Group, sobrio e industrial, pero allí nadie paraba, y sabíamos que algo estaba pasando, la conexión era increíble. Me hablaba un amigo, de la magia que se iba creando durante su set, incluso me avisaba de que cuando terminara y encendieran las luces algo que se escapa a lo físico y racional iba a pasar. Mi amigo, consideraba que había algún tipo de energía latente en el ambiente, que cuando la música se apagó se hizo patente e incluso palpable, pero esto no iba a terminar aquí, porque Reeko tenía un bonus track, un desneuralizador para borrarnos todo lo que durante su viaje habíamos visto, pero amigos, no sería tan fácil borrar de nuestras retinas aquel pasaje. Fin de la historia una vez más.

Hasta el próximo viaje astral en la nave más trambótica, nuestra querida sala, Industrial Copera.

 

FOTOS: Archivo Industrial Copera.

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