MuSiCóN. Así de escueto,rotundo y sin letra pequeña podríamos catalogar nuestro paso por el mayestático HARMONY OF HARDCORE que se celebró el pasado 8 de junio sobre las praderas de De Roost, un maravilloso enclave de campiñas holandesas rebosante de felices vacas, ponis y ovejas pastando situado a unos 30 km al noreste de Eindhoven. En esta ocasión el equipo internacional de Grow Sound Mag se fragmentó para cubrir 2 eventos de grandes dimensiones: un servidor se decantó por las notas más contundentes de la electrónica y nuestro compañero de batallas Pablo Ortega se dirigió hacia tierras belgas para contarnos lo que se cocinó en el macrofestival Extrema Outdoor (ver crónica). Weekend de Pentecostés, ¡nuestra fe cristiana al máximo esplendor!
Este personaje que les escribe, siempre fiel defensor de estos ritmos tan salvajes, ya tuvo la suerte de zapatear en otros 2 eventos de calibre parecidos como fueron el Airforce Festival (ver review) y el Pandemonium (ver crónica), y he de confesar un secreto: el nivel emocional con el antes, el durante y el después de una cita hardcoriana es inigualable, superior a cualquier otra cita de techno o de psytrance (por citar otros estilos electrónicos) y difícil de explicar con palabras, simplemente uno alcanza una paz interior que perdura durante días tras convivir en un espectáculo de estas características. El hardcore, tan odiado por muchos (pongo la mano en el fuego que la mayoría por desconocimiento) y tan venerado por otros (sin duda “la tribu” hardcoriana es la que mejor sabe sacar a relucir el significado de lo que significa un sentimiento musical) es la plantilla perfecta para amoldar nuestras zapatillas más guerreras y que el equilibrio y la estabilidad al andar sean insuperables.
Puestos ya en faena, la promotora mundial de festivales internacionales PAR-T, como va siendo habitual cada sábado anterior a Pentecostés, dispuso en la palestra la edición nº14 con una premisa con respecto a los años anteriores: incrementar el número de asistentes sin escatimar prestaciones. Y vaya que si lo cumplieron, sold out rotundo, 35000 almas endemoniadas que respondieron a la llamada de estos ritmos tan devastadores. 11 escenarios 11, en los que poder disfrutar de todas las vertientes posibles de este género. Toda esta información, hasta estas líneas, pudiera resultar de lo más agobiante si eres de los que prefieren un club o un festival de menores dimensiones para descargar tu adrenalina fiestera, pero es aquí donde la maquinaría holandesa experta en realizar estos macroeventos da rienda suelta a su buen hacer: todo pensado al milímetro y todas las áreas perfectamente dispuesta para que no se solaparan entre ellas y fueran minifestivales interconectados dando una sensación nula de ahogo. Y como visión emprendedora la posibilidad de ver los sets más importantes en streaming y en riguroso directo a través de su canal oficial de Youtube.
Una vez dejamos nuestro auto en el parking nos dirigimos a obtener nuestros pases de prensa. Lo 1º que nos encontramos al entrar al inmenso recinto fueron máquinas para comprar tokens y taquillas para dejar nuestras pertenencias. Pudiera resultar llamativo que este lugar se encontrase en la misma entrada del festival y de fácil acceso pero tiene un porqué bastante simple al ser el mayor sustento económico con el que se abastece la organización. El 1º stage con el que nos topamos fue el PRSPCT, una apuesta acertada de la organización el expandir los ritmos rotos dentro de la comunidad hardcoriana que poco a poco va encontrando su hueco dentro de la escena y que fuimos testigos hace unas semanas en nuestra querida Maassilo de Rotterdam (ver crónica). Por nuestra parte sólo permanecimos un minuto en ella, hoy no tocaba.
Nuestro 1º plato fuerte fue la degustación del set de Nosferatu en el stage RAVEZONE, en dimensiones la carpa indoor más grande del recinto. Calidad de sonido espectacular, sonido equilibrado dispuesto tanto delante, en medio y detrás de la carpa, luminotecnia muy avanzada y lo mejor: el ambiente del soberano. En cuanto a lo que nos propuso el buen de Erwin esta vez no llegó a cautivarnos del todo ya que pecó en demasía de paradas, aunque una vez rompieron los tracks sí que se notó la contundencia musical.
Desde allí realizamos una pequeña inspección al recinto con una premisa muy evidente: al tener 11 stages no puedes volverte loco queriendo verlos todo al mismo tiempo, «prisa mata amigo», por lo que el reconocimiento lo realizamos a lo largo de toda la jornada: atracciones de la mismísima calle del Infierno de Sevilla instaladas entre escenarios: una noria gigante, “un túnel del tiempo” que daba vueltas y más vueltas hasta conseguir marearte, zonas para comer, innumerables puestos para refrigerarse, una peluquería, una zona de masajes y el colofón final: una tómbola¡¡¡ ¿Dónde estaba el puesto del algodón de azúcar?¡
Ya con el previo calentamiento realizado nos dirigimos al MAINSTAGE: un portentoso escenario de más de 100 metros de longitud y unos 10-15 metros de altura que nos daba la bienvenida. Ni que decir tiene que esta estampa visual es la más cuidada y en la que más invierten económicamente las promotoras, ¿Cuántas veces hemos añorado el asistir a un evento de estas proporciones tras divisar una imagen del escenario principal en redes sociales? Con una temática que nos recordaba a juegos arcade nos deleitamos con la sesión del veterano Partyraiser en colaboración con su esposa Bulletproof. Sabíamos que el cocket era molotov: uptempo hardcore, para el que les escribe demasiado repetitivo y monótono y con melodías tomadas de canciones de moda de otros estilos musicales. Y como punto no muy positivo: el sonido, para ser el stage más grande no era el que mejor sonaba: sonido ruidoso, sin ninguna consistencia en los graves y en nuestra opinión incluso bastante bajo ¿pudiera influir el viento que hacía y que por lo tanto afectaba al englobe del sonido en sí?
El stage imponía pero quizás más por todo el atrezzo que nos rodeaba por lo que decidimos visionar “otros continentes” y fuimos directamente al infierno: NOISEKICK´S TERRORDRANG. Vaya “entablado”: carpa indoor totalmente cerrada, sonido envolvente, atmósfera infernal tanto por el calor concretado en ella como por los sonidos terror y en ocasiones speedcore que se proyectaban. Vimos la 1º parte de Striker y más tarde del general Noisekick: brutal, musicón sin pausas, disonancias por doquier y bombos distorsionados a más de 200bpms. ¡¡¡Si quieres dormir no vengas¡¡
De allí pusimos bpms de por medio y bajamos el pistón y nos adentramos en la OLDSCHOOL GANGSTERS cuyo escenario tenía una silueta piramidal y un equipo de sonido formado por 2 sistemas Line-Array de 10.1 a cada lado del escenario. Mamma mía¡¡. Musicón muy gordo del almirante Darkraver: hardcore con un tempo lento, bombo rocoso y con melodías que todos sabíamos cómo el Thunderground o el Like This de Ear Terror DJ Team. Sin tiempo a secarse la frente, y con algunas gotas de lluvia primaverales en el cristalino, fue el turno del Live de uno de los grupos fetiche del hardcore: Neophyte y a los mandos su líder Jeroen Streunding que junto a los Mc TMC & Joe puso al gentío por las nubes llegando a la estratosfera.
Fueron 30 minutos de spinning demoledor y que nos sirvieron para coger impulso para explorar nuevos mundos: el área EXTREME DARKNESS, donde el nexo de unión era un estilo cada más popular por estas altitudes como es el frenchcore pero que a un servidor no termina de seducir; a los platos el dúo de italianos formado por Jacopo Stevanato & Samuele Gozzo o lo que es lo mismo: The Sickest Squad que repartieron contundencia pitufera bastante frágil y cristalina, eso sí, sobresaliente la calidad del sonido del recinto al ser envolvente y muy fino. Como breve reseña citar que fuimos testigos a lo lejos de otros stages como el NEXT GENERATION y el FREAKS pero que no llegamos a pisar.
Ya entrada la tarde sabíamos que el plato fuerte del día estaba en un mundo aun sin explorar pero que teníamos constancia de él en los mapas (valga la redundancia) de manera que pusimos paso firme hacia una colina que había en el recinto. Si como lo leen: una montaña en los Países Bajos, aunque una expresión errónea y algo exagerada ya que si vives en el interior del país muy pegado a la frontera con Alemania nos certifican de su existencia, pero si eres de los que tiene tu residencia por el centro-oeste de la nación como mucho verás montañas de containers dado que las creadas por la madre Tierra,pocas. Dimos con el stage MILLENNIUM MOUNTAIN , sin duda el más acogedor, con el sonido más equilibrado y de nuevo con 2 sistemas Line-Array 6.1 que nos recibían como anfitriones y una arboleda que envolvía a todo el perímetro dándole más si cabe una atmósfera sonora de más quilates. Sinfín de aplausos para el set del italiano Tommyknocker: set bárbaro, de los que hacen época, tempo ideal con graves que se entrelazaban unos con otros sin llegar a solaparse y permitiendo una simbiosis con el ritmo indescriptible cuyas Cimas Coppi fueron a cargo de sus legendarios Twisted World y Demolition. Siendo muy puritanos fue lo mejor de la jornada aunque si ampliásemos el abanico de calidades el set del quimérico Mr Catscan no se quedó para nada detrás, es más, puso un toque más selecto al bajar algo el bpm pero con un punto industrial que nos recordó a nuestras vivencias por el Unpolished o el Katharsis de la promotora Reaktor (ver reviews) pero con el toque mágico y secreto que las melodías hardcorianas dan al producto musical: graves de bombo y poco platillo y con tempo muy cuidado y transgresor que nos catapultó a la exosfera con temas como el Angel de Ophidian y un clasicón como es el Chronic Counter que junto a la caída del día y la entrada de la noche dio paso a la esperada luminotecnia que convirtió el entorno en un lugar más maléfico si cabe.
Ya en el ocaso de la noche pusimos punto y final a un día de los que dejan huella, de los que se quedan marcados en la retina y de los que tardan tiempo en borrarse la sonrisa de la cara. Asistir a un evento de este calibre es simplemente llegar a lo más alto de la música electrónica tanto por el nivel y calidad del sonido, como por la puesta en escena y no menos por el trato tan amigable de los asistentes que te hacen ser parte de esta gran familia. Quisiéramos por último agradecer la confianza y las facilidades otorgadas por la promotora PAR-T y a todo el equipo fotográfico para la obtención de estas fotografías cuyo resultado ha sido ejercer con total naturalidad nuestro trabajo y poder narrar una experiencia que os animamos a que alguna vez podáis vivirla.
Apunta la fecha: 30 de Mayo de 2020, 15º aniversario de Harmony Of Hardcore, ve haciendo el Testamento.
Autor: Alonso Vivas.