Crónica DGTL Festival Barcelona

Uno de los festivales más afamados del panorama mundial celebraría su segunda edición en  nuestro país. Allí estuvimos para presenciar la segunda edición de DGTL Festival, evento importado desde tierras holandesas, donde realmente saben los que es organizar un festival y el cliente es el principal motor del mismo, donde se cuidan los pequeños detalles para que no haya fallo alguno y el disfrute esté garantizado.

Siendo un festival en España, hay muchos puntos que caben destacar comparado con lo que llevamos viendo estos últimos años atrás en otros eventos de este estilo, organizativamente creo que ha sido un éxito en todos los sentidos, ya que el sonido estuvo bastante bien en todos los recintos (donde este año se implementó otro escenario más), a excepción del escenario digital, que debido a su estructura, era muy difícil de sonorizar debido a las reverberaciones del recinto. El sonido entre escenarios no se acoplaba, estaban bien orientados y los técnicos de sonido hicieron un gran trabajo. La iluminación también fue notable, ya que por el día la sincronización con el sonido era perfecta, y cuando oscurecía, acompañando bien al sonido, se creaba un entorno propio de una feria, donde solo faltaba el algodón de azúcar . Personalmente me quedo con el escenario phono, ya que tiene una magia natural por la situación, su arquitectura, sonido e iluminación, aunque fuese el que menos afluencia de gente tuvo, tenía una “magia” especial, allí vimos las sesiones más houseras, frescas y sorprendentes del festival, la gente siempre con una sonrisa en la cara y disfrutando de grandes sesiones como la de Hunee b2b Antal, Tama Sumo y Jeremy Underground.

El sistema de pago con pulsera creo que se está consagrando en nuestro país, evita colas y facilita mucho el pago rápido de consumiciones, eso hizo que apenas hubiera que hacer colas para pedir consumiciones y comida, cosa que se agradece viendo otros festivales de la península. Muy implicado con el medio ambiente, este año se volvió a apostar por los decorados y estructuras recicladas, además de la multitud de puestos de comida y food trucks con productos libres de carne, cada vez se apuesta más por estas iniciativas, y es un acierto que en un festival así se puedan llevar a cabo.

Musicalmente, cabe destacar del viernes el empacho de techno que nos dimos en el escenario Stereo, donde vimos el live de Vril el cual me dejó con buen sabor de boca respecto a la última vez que lo vi en un club de la capital, la sesionaza de Truss llena de bpms y contundencia, techno con mayúsculas que te hacía bailar aunque tu cuerpo no quisiera, el live de Surgeon que no dejó a nadie indiferente, mucho mejor que las últimas veces que le vi, coherencia, progresión y una exquisita técnica que nos hizo bailar como si no hubiera un mañana. Apenas vi un par de temas de Oscar Mulero, el cual me dijeron que estuvo soberbio pero decidimos ir a ver a Kink al escenario Audio, no tuvo el día, no era la primera vez que le veía y fue una de las peores que le vi, mezclas largas, alguna que otra cabalgada y un discurso sin sentido, estaba más atento a subir los graves para que el público subiera los brazos, que a mantener una coherencia con su directo, una pena porque es un artista que se lo curra como pocos y siempre tiene algo diferente que aportar a la escena.

Nuestro próximo destino fue la actuación de Hunee b2b Antal, les venía siguiendo de cerca, ya que una semana anterior los estuve viendo en tierras holandesas en el Dekmantel festival, se han ganado un puesto destacado en el circuito por méritos propios, house, disco y groove como punto fuerte, mezclas elaboradas, progresión en la sesión, metiéndose al público en el bolsillo desde el primer momento, ambientazo y sonrisas en las caras, para mí de lo mejor del festival. Luego Ben Ufo intentó mantener la línea, aunque quizá no era el adecuado para continuar con lo sucedido anteriormente, creo que en su faceta más technera destaca más, y le costó arrancar y meterse en el ambiente, creo que los anteriores cerrando hubieran estado mejor, y Ufo debería de haber actuado en otro escenario tirando de su repertorio más habitual.

El sábado ya recuperados del día anterior, entramos de nuevo al recinto con Paula Temple a los mandos, quizá demasiada trucha para empezar el día, no defraudó y puso toda la carne en el asador, techno, techno y más techno, parecía que tenía una recortada en vez de unos technics, fiel a su estilo dejó su propio sello en el escenario principal, tras un breve paso por el Digital a ver a Bedouin, ya que el sonido no era el adecuado para una actuación de ese estilo, nos fuimos a ver a Tama Sumo, de menos a más y metiéndose al público en el bolsillo con cada tema que metía, house y disco con mucha pegada, mezclas finas y elegantes con un cierre perfecto. Llegó la duda del festival, ir a ver a un Robert Hood que está en plena forma en estos momentos, ya lo demostró en tierras holandesas una semana antes, o decantarse por el producto nacional, con uno de los artistas más en forma en estos momentos, como es John Talabot.

Decidimos apostar por el caballo ganador, Robert Hood a los 5min tenía al público en el bolsillo, groove, detroit techno, y manteniendo a los espectadores con los brazos arriba en todo momento, los años no pasan para él, con su personal estilo que no entiende de épocas, bailes, sudor y TECHNO como forma de vida, a pesar de un par de problemas técnicos posiblemente fue una de las mejores sesiones del DGTL. Mis otros compañeros de batalla, me contaron que Talabot estuvo sublime, era de esperar la verdad, este artista siempre sorprende y nunca defrauda, consagrado ya internacionalmente, este dj lleva años en la escena pero desde hace un tiempo se ha convertido en un referente en todos los aspectos, nunca he escuchado una mala palabra de él, humilde y trabajador como pocos, sus sesiones siempre gustan y no dejan indiferentes a nadie, la verdad que se lo merece.

Al acabar el americano, turno del tramo final de Kyle Hall, el cual no fue capaz de arrancar, su estilo particular y el horario en el que le pusieron no cuajaron, a excepción de un par de tracks que hicieron mover a los asistentes. Al rato llegaba uno de los hombres más punteros en el panorama holandés, el cual lleva consagrándose en estos últimos años en importantes festivales de toda Europa, empezó muy suave para las horas que eran, con una intro muy personal, a los 15min se dio cuenta que la gente necesitaba groove y baile, y así lo hizo, tres temas adecuados y la gente vibrando con el bombo de su delicado house, pasando por momentos disqueros con mucho groove, se vino arriba y el final del set fue grandioso, bailes, sonrisas y mucho sentimiento en el ambiente, lo que hizo de su última media hora de set, un climax fantástico para ese gran escenario que es el Phono.

Para poner el broche final al festival, nos fuimos a ver cerrar a Ben Klock, después del buen sabor de boca de Jeremy, el Alemán tuvo una de las peores actuaciones que le he visto, y eso que venía de hacer una sesionaba épica en el dekmantel, su discurso sin sentido, el bombo fácil y la mala elección de los temas, hicieron que nos fuéramos antes del cierre para no acabar con un sabor agridulce.

En definitiva, muy buena organización en todos los aspectos, técnicamente estuvo bastante bien aunque el sonido de la zona Digital pueda mejorarse notablemente, musicalmente se podría haber arriesgado algo más, artistas demasiado vistos ya en nuestra escena y un abanico de estilos demasiado corto, para lo que el público reclama actualmente. Si mejoran estos pequeños detalles,  DGTL Festival Barcelona tiene todas las papeletas para crecer y tener un muy prospero futuro en nuestro país.

Texto: Alberto Baldazo Medina