La guinda al pastel. Vaya dulce festivalero que hemos degustado a lo largo de este esplendoroso verano que tuvo su último bocado el pasado sábado 21 de septiembre en la ciudad de Tilburg. Ya veteranos en acudir a esta cita (ver review Draaimolen 2017) y (ver review Draaimolen 2018) de nuevo fuimos testigos de un acontecimiento que no sólo apuesta por una selección de artistas de lo más variopinto dentro del espectro electrónico musical, sino que además lo hace poniendo a prueba todos nuestros sentidos en una localización forestal donde la luminotecnia más avanzada y la orografía del terreno juegan un papel muy importante.
El equipo internacional de Grow Sound Mag tuvo que dividirse en 2. La traca final de los open air en los Países Bajos fue para nosotros bastante intensa por lo que nuestro compañero Pablo Ortega hizo acto de presencia en la céntrica ciudad de Amersfoort para experimentar una nueva edición del Into The Woods (ver review) mientras un servidor fue artífice del acontecimiento que nos depara en estas líneas. Nuestra expectación era máxima ya que la organización cambiaba de localización: dejábamos atrás el bosque de robles de Charlotte Oord al norte de la localidad por el complejo MOB al oeste de la villa: un antiguo depósito de munición con una copiosa masa forestal de pinos.
Localización con stages más ordenados y perimetrados gracias a una serie de carriles interconectados que hacían fácil su encuentro olvidando, eso sí, la magia de antiguas ediciones donde verdaderamente podías perderte intentando encontrar todos los escenarios, pero ganando en decoración y luminotecnia más copiosa en los stages y no en los senderos para llegar a tales. El cartel de sold out se había colgado hace semanas, el público holandés asiduo a este tipo de concepto festivalero conoce a las mil maravillas un evento de calidad y la marca Draaimolen es sinónimo de ello, además el clima meteorológico fue de lo más caluroso por lo que las innumerables sombras que reunían el recinto eran bastante cotizadas por el soberano.
En esta ocasión le narraremos nuestras sensaciones en cada uno de las 6 ubicaciones que componían el festival de manera atemporal y no cronológicamente como estamos acostumbrados. ¿La razón? Para nuestro gozo lo mejor se dio ya avanzada la cita por lo que tuvimos la ocasión durante el día y casi llegando la noche de asistir a más actos en menos tiempo, o lo que es lo mismo, sin poder presenciar en su totalidad ningún set hasta que llegó el turno del Live de Planetary Assault Systems. Si bien y es algo que queríamos decir, aunque cada stage tuviera una temática y disposición material distinta, lo que se refería al sistema de sonido si estaban todos centralizados, usando el sistema Line-Array por lo que nos quedamos sin degustar el imbatible sistema Lambda Lambs que ya tuvimos ocasión de vivir en ediciones pasadas. Algo que no pasó por alto para una parte del público, hablar de Lambda Lambs es hablar de excelencia, aunque realmente el sistema utilizado gracias al añadido de subgraves y a su mejor manejabilidad dentro de un escenario le dieron una nota de notable-sobresaliente.
Puestos ya en faena el escenario principal o Mainstage, diseñado por Stichting z25 org, era el 1º que nos encontrábamos al acceder en una gran explanada de suelo de madera y un escenario con una serie de espejos verticales gigantes dispuestos a lo largo que jugaban con la percepción y el refrejo dispar de las personas. Aceptable el set de Sandrien b2b Steffi, que tiraron de tracks acid house y electro con toques clásicos y fluidos. Ya por la noche llegaron a nuestros oídos que la puesta en escena de la luminotecnia junto con la arboleda y los laminares fue sublime dando un aspecto psicodélico al entorno.
Poco tiempo pasamos en el escenario Aura, creado por Christian Starz. A destacar la cabina del dj a ras del suelo y una inmensa pared de madera a todo lo largo que realizaba la función de envolvente del sonido: bastantes sonidos pesados e industriales se atendieron por aquí a tenor de artistas como Dj Tennis o John Talabot. Nikki Hock & Joeri Woudstra se encargaron del stage Strangelove 1 el cual se realizó comiéndole terreno a la montaña tras la realización de un inmenso socavón y el uso como atrezzo de maquinaria y grúas industriales rodeando el perímetro dándole un aspecto de lo más futurista y metalúrgico. A destacar el set del dúo Dj Stingray & Objekt que desplegaron un repertorio de temas plomizos, subidos de bpms y con intervalos del más clásico drumm & bass.
Al desplazarnos hacia la derecha nos topamos con el stage The Tunnel, una idea de Daniel Iregui y como maestro de ceremonias del polifacético Marcel Dettmann, el cual no tuvimos tiempo de disfrutar debido a la calidad de artistas que tocaban a la misma hora al caer la noche. Si fuimos testigo de la parte final del set del japonés Dj Nobu: una historia de techno oscuro, angular, manejando perfectamente los tiempos 4/4 y sin ningún ápice de error. Lo suyo es la consistencia y vaya si lo demostró.
Perfecto maestro de ceremonias para la mejor actuación del día, les hablamos del directo del seudónimo más influyente de Luke Slater: Planetary Assault Systems. Vaya 75 minutos de auténtica contudencia technera bajaron del firmamento. El escenario, que en este caso era un pasadizo de unos 100 metros de largo y unos 10 de ancho, estaba a rebosar; el británico consiguió que disfrutásemos como no lo hacíamos desde hace mucho tiempo de una obra tan sólida y contundente gracias a la ecualización de matrícula de honor que logró plasmar con su historia en los Line-Array. Clase magistral de como soltar bombas profundas perfectamente aderezadas con subidas que parecían no tener fin y eclosionadas en perfectos cambios de planos que hicieron que nuestra mente fuera violada por estos sonidos tan secos y laboriosos. ¡Luke, tu eres mi padre! ¡ven más por los Países Bajos!
Con gran parte de nuestra adrenalina desgastada decidimos poner nuestro foco de atención al escenario Strangelove 2, también diseñado por Nikki Hock & Joeri Woudstra. La pista de baile se encontraba dentro de un frondoso bosque otorgando una presencia tenebrosa y presidiendo la cabina del dj una inmensa lona cinematográfica ideal para proyectar profundos mapeos los cuales pudimos deleitarnos una vez cayó la noche durante el set del capo Donato Dozzy. El día que entrene lo quiero de titular en mi equipo, no hacía ni 2 semanas de nuestro encuentro con él en el Paral•lel Festival (ver crónica) y de nuevo nos dejó un sabor dulce en el paladar. 1º parte de la sesión predominada por secuencias repetitivas propias del EBM y electro techno más actual que fue poco a poco dejando paso a una concatenación de ritmos hipnóticos y melódicos que estuvieron en perfecta simbiosis con la representación de proyecciones espaciales y ambientales. Quizás nos faltó la chispa de sorpresa que en otras actuaciones nos ha deparado, pero Donato es sinónimo de buen hacer y consistencia. Siempre un solomillo de carne ibérica es gustoso al paladar.
Dejamos para el final el escenario que más emociones nos provocó y en el que más tiempo hicimos acto de presencia: les hablamos del stage The Chapel diseñado por Heleen Blanken. Este escenario, a diferencia del resto del festival, proporcionaba unas dimensiones casi íntimas, otorgando un espacio relajado en el pudimos disfrutar de la naturaleza y de movimientos sonoros más profundos. En nuestros primeros minutos pudimos ver el final del directo de Kate NV, quien no paraba de construir en directo sus loops y nos hizo comprobar de primera mano el buen balance estéreo que proporcionaba el escenario. De forma íntegra, pudimos disfrutar de LF-58: tras su lanzamiento hace dos años en el sello de Auxiliary, el duo formado por Neel y Filippo nos mostraron su próximo álbum. Pocas veces hemos podido ver con tanta armonía un encuentro entre música y naturaleza. El directo que nos ofrecieron los italianos fue todo un homenaje al paisaje donde estaba teniendo lugar su actuación debido a que cada movimiento estaba realizado de forma tan precisa que el conjunto de percusión, oscilaciones y modulaciones nos adentraba aún más en este espacio natural. Sin duda, no había mejor lugar para poder disfrutar de este gran trabajo.
El siguiente que veríamos horas más tarde sería otro italiano, Alessandro Cortini. El compositor penetró en nuestras mentes desde el primer minuto con su próximo trabajo “Volume Massimo” y nos hizo sentir muchas emociones a través de su directo audiovisual. Nos regaló un trabajo con un sonido muy orgánico, cargado de melodías pero sin dejar de lado el espectro experimental y apoyado por imágenes que nos hacían viajar a otros espacios, a veces abstractos, a veces cotidianos. Sin duda, una de las grandes experiencias de este festival, actuación cargada de intensas emociones, en ocasiones positivas y otras no tanto, pero que en cualquier caso nos impedían dejar el lugar.
Por último, en este stage, vimos el cierre de Dasha Rush, quien anunciaba un set experimental. Acostumbrados a ver a esta artista en numerosos formatos, no sabíamos qué nos iba a ofrecer esta vez, lo cual siempre es grato y más sabiendo que siempre ofrece algo interesante. Dasha es de esas artistas que también queremos tener en nuestros equipos, ya que entiende la música de forma muy peculiar, y es capaz de proporcionarnos diferentes experiencias acordes al evento, hora y lugar. Dicho esto, nos volvió a sorprender, siempre manteniendo una balanza entre ambient y ritmos lentos; nos dejó quizás el set más dinámico de todo el festival con una gran selección musical entre la que pudimos escuchar ambient, experimental, techno, deep techno y acid techno. Podríamos haber estado allí toda la noche a ese ritmo, y por lo que veíamos, Dasha también.
Como ven hemos intentado mostrarle este concepto de festival de una manera diferente. Unir el trabajo del dj con el de otros artistas de distintos ámbitos dando como resultado la unión del espacio & lugar con el individuo y el ecosistema, donde el dj cuenta una historia y los demás profesionales proponen un escenario en perfecta simbiosis dando como resultado una verdadera puesta en escena dirigida a que el asistente ponga a prueba todas sus percepciones. Todo este trabajo es digno de alabarlo por lo que damos nuestra más sincera enhorabuena al equipo de Draaimolen, capitaneado por Jip Snoeren y en especial a Angelina Nikolayeva por toda la atención y buen quehacer para que pudiéramos realizar nuestro trabajo de la mejor manera posible. Ya queda menos para que el año que viene pongan de nuevo a prueba nuestros sentidos, por lo pronto y como delicatessen en menos de un mes celebrarán un evento muy especial en Amsterdam dentro del escaparate ADE. Le dejamos toda la información de esta cita (aquí) la cual seguro dará mucho que hablar.
Adiós verano festivalero. ¡Hola noche de clubbing, que de tiempo sin vernos!
Autor: Alonso Vivas.