El festival madrileño WAN Festival llegaba a su segunda edición el pasado domingo… el póker de ases formado por Richie Hawtin, Marco Carola, Luciano y Paco Osuna junto con las buenas sensaciones  que el evento nos dejo el año pasado eran los culpables de tenernos allí… lo que vivimos no creemos que se pueda expresar con palabras… hay que estar allí y vivirlo… pero bueno, vamos a intentarlo.

El evento tenía una duración bastante suculenta que nos llevaría de viaje musical durante más de 12 horas… es por ello, que tras dejar mudas en el hotel, a las 19:45 estábamos ya en las inmediaciones de la cubierta de Leganés, emplazamiento del festival por segundo año consecutivo.

Lo primero que atisbamos es una gran cola a la entrada… los cacheos eran exhaustivos –cosa de agradecer dado el nivel de alerta en el que nuestro país se encontraba durante la realización del evento– y la cantidad de gente que intentaba acceder era bastante elevada lo que ocasionó algún que otro malestar y retraso en los accesos… al menos al comienzo del evento, ya que aún con nosotros en la cola se restringió sabiamente por momentos el acceso hasta aliviar el cumulo inicial y después permitir accesos fluidos.

 

Una vez dentro Fabio Florido fue el encargado de recibirnos, al frente de una cubierta ya con una gran afluencia de público y capitaneada por un enorme escenario que si bien aun no había desplegado todo su potencial dejaba entrever que la organización este año se había superado con el trabajo de producción, pocos festivales «in door» pueden alardear de tener el escenario y soundsystem que WAN Festival había montado este año…

 

Pero pasemos a lo musical, Fabio Florido desarrollaría un set de una hora de duración… aunque para mi gusto no acabo de encajar de ninguna manera… quizá el sonido aun no estaba su correcto nivel, o aun nosotros no hablamos entrado en calor y estabas de un lado a otro que si tickets, que si ropero… pero la verdad que no llego a conquistarnos al 100%, aunque como calentamiento de lo que estaba por venir, estuvo realmente bien.

 

Puntual a su cita, a las 22:00 Luciano hacia su aparición en el escenario… por delante tendríamos 2 horas del chileno y ahí si que disfrutamos como los cánones del año nuevo mandan… el de Cadenza comenzó fuerte ya con un sistema de sonido que había desplegado todo su esplendor y cuya presión de graves era incluso excesiva. Luciano tiró de clásicos… estábamos allí a bailar y disfrutar y este lo sabía bien, temas como el Caminando de Reboot o The Bells the Jefff Mills hicieron las delicias de los asistentes. Para mi juicio Luciano fue de lo mejor del festival por su horario, ya que a primera hora no se me ocurre nada mejor que el set del chileno para entrar en calor, como por la selección musical que este desarrollo, divertida y bailable.

 

Pero llegaba el momento que al menos un servidor llevaba esperando desde que le vimos confirmado en la edición 2017…  Richie Hawtin hacía su aparición a las 00:00 ya del día 2 de enero… los visuales cambian y la oscuridad y el minimalismo del canadiense entran en acción. Que decir que no hayamos dicho ya de este gran artista, para nosotros es un genio de la música y eso lo plasma en cada actuación. Si bien es verdad, que en esta ocasión Hawtin, tornó su set más hacia ritmos bailables alejados en ciertos momentos del techno que viene desarrollando últimamente, dejándonos con una sesión divertida con incontables subidas y bajadas de lo que fue una verdadera montaña rusa electrónica de calidad.

 

 

 

El festival llegaba ya a su ecuador… y el capo de Music On, Marco Carola hacía su entrada en cabina para tomar el relevo de su colega y compañero, Richie Hawtin. El napolitano tomo el relevo de este en la linea que el otro lo dejo, pero por momentos fue mutando hacia su terreno donde realmente desplegó todo su esplendor con el Techno-House más bailable y de fuerte pegada… realmente era bestial como la música y las subidas del de Music On sonaban en aquel sistema de sonido… eso si que no puedo explicarlo con palabras. Durante su set temas como Alive de Daft Punk hicieron las delicias La Cubierta que ya colgaba el cartel de SOLD OUT con más de 10000 personas en su interior.

 

Pero lo mejor estaba por llegar… si bien es verdad que Paco Osuna no había acabado de convencernos en la anterior ocasión que le vimos, el pasado día uno tomo el testigo de Marco Carola, miro hacia el público agacho la cabeza y ya no hubo descanso para nuestros cansados pies. Si hubiera una palabra para describir el set seria, demoledor. No dejó títere con cabeza y desarrollo un set lineal, elegante y contundente que hacia que no pudieras dejar de bailar, no podemos describir ese momento en el que notabas como el grave llega y envolvía todos los rincones de la cubierta que hacía las veces coliseo con 10000 gargantas gritando al mismo tiempo…  verdaderamente inexplicable. Bravo Paco.

 

 

 

El festival tocaba su fin, pero aún nos quedaban dos grandes actuaciones por disfrutar… primero Gonçalo que todo sea dicho, bajo notablemente el nivel de contundencia de su predecesor Paco Osuna. Sin duda alguna habríamos disfrutado mucho más del set del portugués antes o después de Luciano, tal y como paso el año pasado donde le vimos desarrollar un set bestial y sin fisuras. Igualmente, Gonçalo acabo conquistándonos con su selección musical que nos dejó temas como Mental Help firmado por el mismo, que nos hizo bailar y disfrutar como niños.

 

 

 

Y llegamos al final… a las 7:00 de la mañana los Hermanos Martinez hacían su aparición en cabina… siguiendo en la linea que Gonçalo había dejado nos regalaron temas bastante divertidos como el primero que sonó cuya pegada rompía con una bocina de barco espectacular y el cual hago un llamamiento a nuestros lectores por si alguien sabe cual es, que nos lo deje en los comentarios.

 

Y con los Martinez en mitad de su set pusimos final a nuestra historia en WAN Festival… muy a nuestro cuerpo no aguantaba más bailoteo… tocaba retirarse a descansar, nuevamente con grandes sensaciones con el festival pero también, poniendo el dedo en la llaga, en que hay cosas que todavía debéis mejorar amigos de WAN Festival. Por un lado, el tema accesos grada-pista, ni los propios miembros de seguridad sabían muy bien por donde se accedía de un lugar a otro, estuvimos cerca de una hora, visitando todas las puertas del festival y cuando llegabas a la última, te mandaban a la primera, parecía sinceramente que jugaban contigo. Y por otro y esto también va por el público, el tema servicios y sanitarios… llega cierto punto del festival en el que prefieres aguantarte a entrar en un sitio donde tienes que pisar y evacuar encima de verdaderos charcos de dudosa procedencia. Por todo lo demás, estuvimos ante un festival casi perfecto y sin duda volveremos a la edición 2018… donde esperamos ver sangre nueva en el cartel porque en la baraja, hay muchas cartas buenas… y seguro que WAN Festival tiene alguna en la manga.

 

 

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