1234 . Esta cifra de números secuenciales tan curiosa podría ser digno de estudio para la numerología y el simbolismo pero para nosotros sin llegar a esos extremos tan espirituales si representó algo muy especial. Y son los kilómetros existentes de nuestra querida Rotterdam hasta la ciudad polaca de Nowy Dwór Mazowiecki a unos 40 km de la mágica Varsovia. Lógicamente y antes de que algún listo diga algo nos referíamos al desplazamiento por carretera.

Y es que tras concedernos desde la organización del Instytut Festival la oportunidad de cubrir este evento no nos lo pensamos mucho. La primera opción que contemplamos para trasladarnos fue el avión pero debido a temas laborales decidimos hacerlo en coche. Fue “un ratillo” pero con vivencias que en otros festivales no se dan debido a lo extenso del viaje pero esta vez muy bien llevados con musicón y cerveza fría (vaya dos pilares centrales de cualquier reunión).

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Con todo esto el pasado 21 y 22 de Junio nos pusimos manos a la obra a sabiendas de que el evento lo merecía, nada de arenas movedizas. Era nuestra segunda vez por tierras del Zloty y sabíamos que la experiencia iba a ser enriquecedora tras nuestro primer periplo en el mes de marzo con el recomendable Revive Festival (ver review). El cóctel era delicatessen: un lugar único en el mundo e imponente como son las murallas de Garnizon Modlin y un cartel de lo más íntegro desde el techno que mueve más masas, pasando al más demoledor y terminando por el más hipnótico y atmosférico.

VIERNES

Así pues el viernes tras obtener nuestros pases de prensa y con una familiar atención por parte de la organización (obtención de acreditaciones de prensa, tokens para obtener refrigerios y lockers para guardar nuestras pertenencias), realizamos como es de costumbre un reconocimiento físico del perímetro: el festival estaba dispuesto en el ala oeste de la fortaleza, con una zona para acampar y diferentes zonas para comer y obtener refrigerios. Además destacaríamos la inmensa cantidad de hamacas serigrafiadas con el logo del festival que había en todo el recinto y como atrezzos más relevantes los referidos a las batallas militares como tanques y cañones de la infantería polaca. Como toque más underground dentro de la fortaleza y aprovechando las innumerables salas interiores del recinto se permitió la exposición de obras materiales con toques abstractos y minimalistas.

Picture by Technowpierdol Kilka Klatek

Tres eran los stages que constituían la efeméride: el Main Stage con un escenario abierto open air típico para festivales de estas características; el Gate Stage al cual había que acceder bajando una rampa y en el que en nuestra opinión mejor calidad de sound system disponía al tener un equilibrio con el entorno y endulzando el lugar con numeroso atrezzo psicodélico; y por último el Rave Stage, compuesto por una carpa cubierta indoor donde escucharíamos el techno de artillería pesada.

Así pues al primero que vimos fue al alemán Rødhåd en el escenario principal: buen maestro de ceremonias. Propuso una historia oscura sin llegar a extremos mulerianos pero estable con una línea bastante mental. Sinceramente muy buena sesión sin fallos entre mezclas y con un set muy consistente.

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Antes de finalizar su actuación nos desplazamos al escenario Rave Stage donde contemplamos el plato fuerte de la jornada. Les hablamos de la dupla formada por Tensal & P.E.A.R.L. Con esta nueva propuesta llamada CRVEL asistimos a un acontecimiento difícil de ver y que resultó ser todo un éxito. Set influenciado por sellos como PoleGroup o Fallings Ethics, con un inicio con beats experimentales y una vertiente cíclica donde los sonidos hipnóticos hicieron acto de presencia de manera progresiva. Su historia en su segunda parte tomó un tinte cada vez más demoledor y concluyente. Sin duda lo mejor de la noche y donde apreciamos al público más entregado.

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Decidimos tomar un descanso y una vez repuestas las pilas llegamos a tiempo para ver el final del set del consolidado dj local Dtekk. Dj, promotor y activista, impulsor del también festival polaco Up To Date Festival, nos narró una propuesta seria con bastantes vertientes minimalistas. Sin tiempo para el respiro fue el turno de una de las estrellas del firmamento Paula Temple. Hablar de ella es hacerlo con letras de oro, influyente para muchos y una de las artistas más demandadas del momento. Construyo una historia acorde a su línea actual: set potente, sin ápice al respiro, mezclas rápidas sin dejar tostar mucho al track. En ocasiones demasiada ruidosa y monótona pero con un final de set con bajadas e interminables subidas que nos puso el pulso a niveles taquicárdicos. Perfecto broche de oro para una noche intensa y que nos dejó sin un ápice de energía. La cama nos esperaba con devoción.

SÁBADO

Ya con las pilas a full nos desplazamos de nuevo hacia la fortaleza para dar rienda suelta a nuestro énfasis technero. Apreciamos una asistencia mayor de público, como era de esperar, al ser domingo. Directamente nos dirigimos al escenario indoor donde nos topamos con una de las sorpresas del festival. Nos referimos a la dupla formada por Rraph Aetha. Van a dar mucho que hablar esta pareja de cracovianos. Su inicio fue prometedor, con extensas llanuras de ritmos progresivos que poco a poco se divergieron en rocosos ritmos sin bajar el pistón lo más mínimo. Un set multicaracterístico contando una historia de principio a fin.

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Por desgracia tuvimos que dejar su set a casi acabar. Lo hicimos por una causa mayor y casi irrefutable: los Tres Reyes Magos del Instytut iban a hacer su presencia en el stage Gate. Esta historia bíblica se inició con el directo de la polifacética Dasha Rush. Nos quedamos sin adjetivos para nombrar la calidad y lo diferencial de sus ondas. Una historia experimental con toques primeramente deep techno y terminado con un techno espacial con atmósferas de otro planeta. ¡Houston, tenemos un musicón¡

Sin tiempo al respiro fue el turno del astral Donato Dozzy. Cuidado, no vamos a caer en el error de si su set fue mejor o no que el de Dasha, porque nos pareció ambos tan simbióticos que difícilmente se diferenciaron cuando estuvo una o el otro a los mandos. Eso sí, lo de Donato fue puro caviar, el mejor set que hemos escuchado de este ser de otro planeta hasta la cita, y eso dice mucho: tiró de contundencia, beats con graves que penetraban en los oídos y dejaban los tímpanos incandescentes. Nos tenía en el bote la magia de Dozzy y más aun con la representación de bajadas emocionales que cambiaban de plano y explotaban con cada vez mayor dureza. Una clase magistral y sin asistir a la universidad.

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Por si fuera poco y para el lamento de nuestros pies como colofón el testigo lo recogió Marco Shuttle. Si se paran a pensar los tres dj que contemplamos en esas cinco horas pueden ser la cream de la cream en cuanto a sutileza technera, de los últimos niveles del Tetris. Marco no bajó el ritmo y continúo con un techno envolvente y acelerado, bastante serio aun a esos niveles de bpm y que terminó en una última parte llena de clásicos de este estilo originario de Detroit para delicia y jolgorio de los asistentes. Nos sorprendió su set, ya que se salió de la línea con lo que juega últimamente, sonidos más deep y lentos pero en esta ocasión cambiaron de tinte y es por estos aspectos por los que se diferencia un gran dj. Excelente noche la vivida la cual se prolongó en un after que se realizó en una de las salas internas del recinto medieval, pero esa historia quedará en nuestras retinas.

Picture by Technowpierdol Kilka Klatek

Sin duda un sobresaliente a esta apuesta por los ritmos más contundentes de la electrónica underground. Dejamos para el final lo mejor y es su PÚBLICO. Muchos países son los que visitamos, muchos ambientes los que respiramos, pero como el público polaco, pocos. Gente alegre, acogedora y entendedora de lo que escuchan y siempre con ganas de pasarlo bien y de disfrutar de lo que toca: Bailar. Parecen palabras sencillas tanto de leer como de ponerlas en prácticas, pero en un mundo donde cada vez está más de moda el postureo y “el qué dirán”, el asistir a estos oasis entre tanta parafernalia es de agradecer. Dar la enhorabuena a todo el equipo de Instytut Festival por su profesionalidad y en especial a Artur Wojtczak por el trato recibido. Pocas veces nos hemos sentido tan en familia y con tantas facilidades para realizar nuestro trabajo. ¡Chapó para ellos¡

Polonia tiene un color especial, de eso estamos seguros. Les emplazamos con un breve relato de lo que nos deparó tan intenso fin de semana. ¡Disfrútenlo y anímense para la próxima!

Autor: Alonso Vivas.