Aunque hoy en día la música electrónica está muy extendida entre la sociedad española, no siempre fue así. Este artículo busca hacer un repaso y análisis a los géneros predominantes de los últimos años para tratar de comprender la evolución de las tendencias dentro de la electrónica, sin ánimo de hacer una batalla de estilos, simplemente como testigos.
Si bien la fama de la música electrónica en España procede de hace décadas gracias a la conocida Ruta del Bakalao y a la popularidad de Ibiza, vamos a tomar el punto de partida entre los años 2010 y 2011, que coincide con el boom generalizado de esta música en el mundo como fenómeno de masas.
En los años previos ya había artistas como David Guetta que tenían una gran influencia en la rama comercial, y festivales como Monegros o Creamfields acumulaban ya varias ediciones. Mencionar también el importante número de fieles que arrastraba el BreakBeat. No obstante, se trataba de un sector minoritario en la población, que en ocasiones además era visto con cierto recelo. Pero algo estaba a punto de despertar.
Se podría mencionar algunos de los artistas o temas con los que empezó todo, incluso un vídeo. El trío sueco Swedish House Mafia sacaba en 2010 su éxito ‘One’, uno de los primeros temas de este movimiento. Y ya en 2011 saltaba a la fama Avicii con su archiconocido ‘Levels’. El Electro House y Progressive House más comercial comenzaba a subir como la espuma. Coincidía también, aunque por poco tiempo, la irrupción del Dubstep gracias a Skrillex.
Aquel año, aparecía en Youtube el aftermovie de Tomorrowland 2011, celebrado en Bélgica. Era una época donde las redes sociales estaban ya plenamente asentadas, por lo que el vídeo se viralizó en seguida. De pronto aparecía un festival que recordaba a un DisneyLand de la música. Enormes y coloridos escenarios y miles de personas de todos los países. El tabú de disfrutar de festivales de música electrónica comenzaba a convertirse en algo cool.
En poco tiempo nacieron nuevos festivales por todo el país, y a los DJs ya mencionados, se sumaron una oleada de nuevas caras como Hardwell, Dimitri Vegas & Like Mike, Steve Aoki o Nervo. Otros que ya cosechaban una amplia trayectoria, readaptaron su estilo y se dieron a conocer entre el nuevo público, como es el caso de Tiesto y Armin Van Buuren.
Toda esta corriente se denominó EDM (Electronic Dance Music). Música para abarcar al mayor número de oyentes bajo un festival o la pista de baile. Por inercia se fue desarrollando un nuevo género al que se le denominó ‘Big Room’, que posiblemente naciera con el tema ‘Epic’ de Quintino y Sandro Silva. Un estilo con una estructura de voces pegadizas y subidas progresivas que rompían con gran energía pidiendo ir acompañadas de pirotecnia y luces.
El Big Room probablemente alcanzara su punto de inflexión en 2013 con temas como ‘Animals’ de Martin Garrix y ‘Tsunami’ de DVBBS & Borgeous. El género se explotó hasta el punto de convertirse en bastante predecible y repetitivo. Una rama del estilo viró en busca de nuevos sonidos, y en el encuentro con el Deep House, nació el Future House, que combinaba la melodía del Deep House con el ritmo más «robótico» del Big Room, pero sin alcanzar su nivel energético. Los mayores precursores fueron Oliver Heldens, Tchami y Don Diablo.
El EDM se mantuvo y se sigue manteniendo actualmente, lo que cambia son los estilos que acoge. El Big Room ha perdido fuerza, algunos de sus productores optaron por suavizar sus sonidos y acercarse a un Progressive House más melódico. Los mayores referentes de la electrónica más comercial (Calvin Harris, David Guetta, The Chainsmokers…), se sitúan hoy en día en un estilo, se podría decir, Pop-Dance. Canciones en colaboración con famosos artistas de la industria musical que copan las listas de éxitos. Ya no tan orientadas a un festival, sino más bien a la radio.
Mientras se llevaba a cabo esta revolución, permanecían inalterables y con su propia fama en paralelo, dos históricos géneros como son el Techno y el Tech House. Quizás sea difícil definir el momento y el motivo por el que empezaron a resurgir, pero por situar una fecha, podría ser a partir de 2014-2015.
En cuanto al origen, tal vez esté en la búsqueda de nuevos sonidos para un oído que estaba ya demasiado acostumbrado a otras tendencias. También pudiera ser por intentar desmarcarse de la fama comercial y despectiva que había adquirido el EDM. Y seguramente el aumento de visitantes a Ibiza para ver a DJs tales como Marco Carola, Loco Dice o Carl Cox, y su alta presencia en festivales, ayudara en cierto modo. Todas las opciones son viables y coexistentes.
De los dos géneros, el que en primera instancia quizás resulte más afable para nuevos oyentes, sea el Tech House. Tanto por la fama de los DJs antes mencionados como por su mayor espíritu «bailable», lo que incluye sus ritmos más marcados y menos oscuros.
El Techno por su parte, siempre se caracterizó por ser uno de los géneros más underground, vinculado a ambientes de baja iluminación, aspecto industrial, mínima decoración y ritmo arrollador. En resumen, no buscaba atraer seguidores de otros géneros, te tenías que sumergir en él para que te encandilara. Sin embargo, gracias a los amplios matices que abarca, una parte del Techno se ha vuelto más amable desde hace pocos años para subirse a la ola de expansión de la música electrónica.
De esta forma se ha generado gran popularidad alrededor de un «nuevo» Techno con mayor contraste en su estructura, de golpes frecuentes de bombo y con una personalidad más festivalera, pensado para grandes escenarios. Uno de los sellos abanderados de este estilo es Drumcode, y ejemplos de DJs pueden ser Adam Beyer, Enrico Sangiuliano, Amelie Lens o Pan-Pot.
Para poder apreciar aún más la diferencia entre esta rama del Techno y otros matices del género, se puede hacer un fácil ejercicio de imaginación. Suponiendo dos ambientes, un escenario principal de un festival y una sala de un club con la cabina a pie de pista, ¿dónde colocarías a Amelie Lens y dónde a Oscar Mulero?
Una señal clara de la gran popularidad que poseen hoy en día el Tech House y el Techno, es que por primera vez han aparecido artistas de estos géneros en el Mainstage de Tomorrowland, concretamente Amelie Lens, Charlotte de Witte y Carl Cox. Actualmente, no se pueden considerar underground ni estos nombres ni festivales como Awakenings en Holanda o ElRow, con su propia fama plenamente consolidada. Algunos incluso se atreven a denominar al primero como «el Tomorrowland del Techno.»
Otro fenómeno provocado por el crecimiento de ambos estilos, es el uso de la palabra «Techno» como herramienta comercial, algo que no había ocurrido con ningún otro género hasta ahora. En buena parte de España, el Tech House le tiene ganada la batalla al Techno en cuando a público, sin embargo, son muchas las promotoras, festivales y propios oyentes que utilizan dicha palabra para denominar al Tech House, ya sea como reclamo publicitario o simplemente por desconocimiento.
El Techno no solo está en auge, sino que es la nueva palabra de moda en la música electrónica. Y tú, ¿cuál crees que será el futuro de la industria?
Imagen 1: www.mixside.com
Imagen 2: Brunch – In The Park